CAP
11.-
—Despierta, cariño. —Tom
pasó el pulgar por las cejas de ______—. Tienes que prepararte.
Ella enterró la cara en
la almohada y murmuró algo ininteligible. Él se echó a reír. Tenía un aspecto
adorable.
—Vamos, ve a la ducha
antes de que entre alguno de los vecinos.
—Ve tú primero.
—Yo ya estoy duchado,
afeitado y vestido. —Le recorrió la espalda desnuda con la mano, disfrutando
del temblor que provocó.
—Me tuviste despierta
hasta muy tarde —gruñó ella.
—Si no te levantas,
Katherine se enfadará con nosotros.
—Pues no me ducho. Así
puedo dormir un poco más.
Tom le dio la vuelta y le
hundió la nariz en la clavícula para aspirar su aroma.
—Hueles a sexo —susurró,
sacando la lengua para lamerle la piel—, y a mí.
—Por eso mismo no quiero
ducharme. El sexo de reconciliación de ayer fue increíble. Me gusta recordarlo.
Tom estuvo a punto de
arrancarle la sábana y volver a practicar sexo salvaje, apasionado (y de los
que dejan tu aroma en el otro), pero logró contenerse.
—No puedes dar una
conferencia en Oxford oliendo a sexo.
—¿Quieres verlo?
Tom miró la hora. Luego
miró a su esposa. Y luego se quitó toda la ropa y se rindió al sexo
preconferencia, un sexo salvaje, apasionado (aunque rapidito) y del que deja tu
aroma en el otro.
Los Kaulitz salieron
tarde de la habitación. Mientras se dirigían apresuradamente hacia el All Souls
College, _____ le contó a Tom la historia de Katherine y el viejo Hut.
Él se sorprendió
bastante. Había oído hablar del profesor Hutton, pero no lo había conocido personalmente.
Al parecer, era un poco cabrón. (Uno podría preguntarse si había sido un poco
cabrón o mucho, dada la antigua naturaleza del profesor que emitía el juicio.) Tom
le estaba muy agradecido a Katherine por haberlos defendido y se lo hizo saber
mientras desayunaban en el All Souls College. También comentó que esperaba que
Christa no aprovechara la conferencia de _____ para crear más problemas.
—Sandeces —dijo la
profesora—. _______ tiene la situación controlada y deberíamos dejar que ella
se encargara de todo.
______ sonrió
valientemente, aunque sin dejar de juguetear con el colgante de plata que Tom
le había regalado en Selinsgrove.
Al entrar en St. Anne
después de desayunar, Tom le rodeó la cintura con el brazo.
—Estás preciosa. Y lo
harás muy bien.
Ella bajó la vista hacia
su traje de chaqueta azul marino, del mismo color que los zapatos. A Tom le
habría gustado que llevara zapatos de Prada o de Chanel, pero a ella no le
apetecía ir haciendo ostentación de su dinero. Prefería que la gente se fijara
en su trabajo, no en su ropa. Por eso se había comprado un sencillo conjunto de
falda y chaqueta de Ann Taylor y unos zapatos de tacón discreto de Nine West. A
pesar de todo, al ver cómo vestían algunos de los asistentes, se sintió demasiado
arreglada.
Bajo la ropa llevaba el
aroma de Tom y el corsé que éste le había regalado, lo que la hacía sentirse
mucho más segura.
—Voy por un café. ¿Qué
quieres que te traiga? —preguntó él con una sonrisa.
—Un botellín de agua, por
favor. Si no te importa, voy a sentarme.
—Claro. Nos vemos dentro.
______ le devolvió la
sonrisa y entró en la sala de conferencias sola.
Tom intercambió unas
cuantas frases de cortesía con algunos colegas antes de llegar a la mesa de las
bebidas. Cuando se hubo servido el café y cogido el botellín de agua, todo el
mundo había entrado ya en la sala de conferencias. O eso creyó.
—Hola, profesor —dijo una
seductora voz a su espalda.
Al volverse se encontró
con Christa, cerniéndose sobre él como un fantasma malevolente.
—¿Qué quieres? —le
espetó, lanzándole una mirada asesina.
—Ayer quería hablar, ¿no?
Pues hable.
Tom miró a su alrededor,
preguntándose si sus voces podrían oírse desde el interior de la sala de
conferencias.
Ella se acercó más de lo
debido y, cerrando los ojos, inhaló con fuerza. Al volver a abrirlos, le dirigió
una mirada hambrienta.
—Huele a sexo.
—Déjate de jueguecitos
conmigo. Quiero que pares de difundir calumnias.
—No va a poder ser.
—Te demandaré.
Una emoción pasajera
cruzó el rostro de Christa, pero en seguida recobró la sonrisa relajada.
—¿Por qué? ¿Por contar la
verdad?
—No hay nada de cierto en
tus difamaciones. Nadie te acosó en Toronto. Y _____ hace su trabajo sola, como
resulta obvio para cualquier persona con dos dedos de frente.
Desde el interior de la
sala de conferencias se oyeron unas risas. Tom se volvió hacia allí. Christa
alzó la voz para recuperar su atención.
—Se olvida de la
suspensión administrativa por tirarse a una de sus alumnas. Ésa es una historia
interesante. Por no hablar de la profesora Singer. Ella tiene unas cuantas
cosas que decir también. Qué lástima que no sacara fotos. Me encantaría tener
una.
Levantó una mano para
sacudir una imaginaria mota de polvo de las solapas del traje azul marino de
él. Tom le sujetó la muñeca y se la apretó con fuerza.
—Estás jugando con fuego.
Ella se acercó aún más,
inclinándose hasta que sus bocas estuvieron a escasos centímetros de distancia.
—Eso espero, profesor.
Él la soltó, asqueado.
Dio un paso atrás y se limpió las manos en la chaqueta, como si se hubiera contaminado.
Con una nueva mirada en dirección a la puerta de la sala de conferencias,
decidió que la conversación ya había durado demasiado.
—Cierra la boca o haré
que tu vida se convierta en un infierno.
—No hace falta que se
ponga tan agresivo. Poder acabar con esta situación está en sus manos. — Señalando
hacia su entrepierna, le dirigió una sonrisa de aprobación—. Bueno, en
realidad, un poco más abajo.
Maldiciendo entre
dientes, él se alejó, pero Christa lo siguió.
—Venga a mi hotel y
mañana ya no tendrá que preocuparse por mi boca. —Apoyándole una mano en el
brazo, añadió en un susurro sugestivo—: Lo conozco. Sé lo que le gusta y lo que
quiere. Follaremos toda la noche y luego nuestros caminos se separarán.
Él le apartó la mano
bruscamente.
—No.
—En ese caso, lo que pase
caerá sobre su conciencia.
Tom dio un paso hacia
ella.
—No te acerques a mi
esposa, ¿me oyes?
—Me hospedo en el
Malmaison. Antes era una prisión, lo que supongo que le resultará atractivo. —Se
puso de puntillas para murmurarle al oído—: He traído esposas.
Él, que estaba demasiado
ocupado librándose de ella, ni siquiera se dio cuenta de que Christa le había
metido algo en el bolsillo de la chaqueta. Christa se despidió con una sonrisa
sarcástica.
—Es su única oportunidad.
Venga antes de medianoche.
Y girando sobre sus
altísimos tacones, se alejó moviendo las caderas. Luego, como si acabara de acordarse
de algo importante, se detuvo y lo miró por encima del hombro.
—Recuerdos a su «esposa».
CAP
12.-
Instantes después, Tom
recorría la multitud con la vista buscando a ______. Los ojos se le abrieron como
platos al ver la escena que tenía lugar en la parte delantera de la sala.
Alguien estaba abrazando a su esposa. Alguien grande. Un hombre grande.
Un hombre guapo. Tom bajó
corriendo los escalones de dos en dos para llegar cuanto antes a su lado. Vio
que ______ se apartaba del hombre y que sus apetitosos labios se curvaban dibujando
una amplia sonrisa de felicidad. A regañadientes, él le soltó la cintura antes
de decirle algo que la hizo reír. A Tom le vinieron ganas de estrangularlo primero
y de retarlo en duelo después. Mientras se acercaba, _____ se volvió hacia él.
El hombre siguió la dirección de su mirada. Tom se detuvo en seco.
—El Follaángeles
—murmuró.
—¿Perdón? —Paul Norris se
quedó mirando a su antiguo director de tesis, no muy seguro de haber oído bien.
Aunque lo cierto era que él también tenía una buena colección de adjetivos para
describir al Profesor, pocos de ellos halagadores.
«Follaalumnas», pensó.
—Esta conferencia no hace
más que mejorar —murmuró Tom, enderezando la espalda para parecer más alto de
su metro noventa.
—Profesor Kaulitz —lo
saludó Paul, hinchando el pecho y flexionando los bíceps de manera inconsciente.
—Paul. —Tom se colocó junto
a ______ en actitud posesiva y le dio el botellín de agua.
—Caballeros, estréchense
las manos —les ordenó ella, mirando a su marido y a su amigo con el cejo
fruncido.
Ellos siguieron sus
instrucciones sin entusiasmo.
—No sabía que vendría
—confesó Tom, con la mirada fija en Paul.
—No iba a venir, pero uno
de los ponentes ha fallado en el último momento y la profesora Picton me ha
invitado. Mi charla es justo antes que la de ______.
Ella sonrió.
—Es fantástico.
Enhorabuena.
Él le dirigió una sonrisa
radiante.
—¿Puedo invitarte a
comer?
—Me temo que ya tiene
planes —respondió Tom en su lugar.
_______ se volvió hacia
su marido con lo que sólo podría definirse como «la mirada» antes de asentir.
—Me encantaría ir a comer
contigo, Paul. Gracias.
Tom la agarró del codo.
—No creo que sea adecuado
—le susurró.
—Cariño —susurró ella a
su vez en tono de advertencia.
—Hola, señor Norris —los
interrumpió Katherine, estrechando la mano de Paul con fuerza antes de volverse
hacia Tom—. El señor Norris y yo cenaremos juntos esta noche. Me gustaría que _____
y tú nos acompañarais.
—Estaremos encantados
—replicó Tom, aunque no logró sonar sincero—. Y ya que nos veremos esta noche,
señor Norris, reclamo la compañía de mi esposa a la hora de comer. —Sonrió, mostrando
todos los dientes, blancos y relucientes.
—Cariño —dijo _____—,
¿podemos hablar un momento? —Volviéndose hacia Katherine y Paul, añadió—: En
seguida volvemos.
Tomándolo de la mano, se
llevó a Tom a un rincón donde no había nadie.
—Quiero comer con él.
—Por encima de mi cadáver
—repuso él, cruzándose de brazos.
—Es un viejo amigo.
—Un viejo amigo que te
besó.
—Después de que tú me
dejaras. Y te recuerdo que lo rechacé. —______ se cruzó de brazos también,
imitando su postura.
Él frunció el cejo.
—Te desea.
—Paul nunca intentaría
nada con una mujer casada. Sólo vamos a comer, así que te pido que no le des
más importancia de la que tiene.
—¡Es que tiene mucha
importancia!
—Hace un año que no lo
veo. Me apetece hablar con él y saber cómo le va la vida. Tal vez haya vuelto
con Allison.
—Sigue enamorado de ti.
—No, no lo está.
Tom se acercó a ella y le
dijo en voz más baja:
—Te olvidas de que las
mujeres guapas, inteligentes y amables escasean. Un hombre haría cualquier cosa
por conseguir a alguien como tú. Incluso robársela a su marido.
______ enderezó los
hombros.
—Te olvidas de que cuando
una mujer encuentra a un buen hombre, un hombre que la ama y la hace feliz, no
va follando por ahí con otros.
Tom hizo una mueca al ver
a Christa, que los estaba observando con una sonrisa burlona. Volviendo a
centrar la atención en su esposa, descruzó los brazos.
—Pero que sepas que no me
gusta que vayas.
_____ se puso de
puntillas para besarlo en la mejilla.
—Podré soportarlo.
Gracias.
Minutos después, Tom se
encontró en la incómoda situación de tener que compartir a su esposa con el
Follaángeles, que se sentó a un lado de ______, mientras él se sentaba en el
otro lado. _____ y su amigo intercambiaron unas palabras cariñosas antes de que
empezara la sesión y a Tom le dolió cada una de ellas.
«Este simposio es como un
recorrido por todos los niveles del Infierno —pensó—. Sólo falta un respetable
Virgilio y hordas de gente gritando.»
Sufrir los golpes y
dardos de la señorita Peterson era una cosa. Pero ver a ______ en brazos de
otro hombre era mucho peor. Sobre todo si ese hombre era nada más y nada menos
que el Follaángeles. Tom empezó a recitar mentalmente la oración de san Francisco
en italiano para calmarse. Sabía que tenía que contarle a ______ su encuentro
con Christa, pero también sabía que ella se disgustaría mucho al enterarse, y
que eso afectaría a su seguridad y actitud a la hora de enfrentarse al público.
Así que se guardó los escabrosos detalles para más tarde. Además, había cosas
más urgentes de las que ocuparse. Concretamente del señor Norris. Paul había
sido un buen amigo para _______ cuando ella más lo necesitaba. Un amigo fiel y entregado,
que había cometido el error de tratar de que su amistad se convirtiera en algo
más, algo que Tom comprendía, pero que nunca le iba a perdonar. Quería mantener
a ______ tan alejada de Paul como fuera posible. Pero la expresión de la cara
de
ésta al ver a su amigo le
hizo cambiar de planes. El día anterior había sido duro para ella. No quería
que su sonrisa desapareciera. Tom movía nervioso una pierna mientras la primera
conferenciante empezaba a hablar. Estaba totalmente ajeno al ruido que sus zapatos
italianos hacían contra el suelo hasta que _____ le puso una mano en la
rodilla. Sacó la pluma Meisterstück 149 y jugueteó con ella, tratando de hacerla
girar entre los dedos con un solo movimiento. La conferencia le aburría. Habría
jurado que ya la había oído antes. Para distraerse, recordó la primera
discusión que tuvo con ________ en público, cuando todavía era su alumna. En
pleno seminario, lo
había provocado delante
de Christa, Paul y el resto de la clase. Se había sentido avergonzado y
furioso. Tan furioso que había destrozado una sólida y resistente silla de
Ikea. Desde ese día, ______ le había enseñado muchas cosas, entre ellas, la
importancia de perdonarse a uno mismo y de perdonar a los demás. Pero su esposa
llevaba su tendencia al pacifismo hasta extremos exagerados. Sin él —o alguien
como él— a su lado, habían abusado de ella, quebrantando su espíritu. Tom la
observó, reflexivo. Tal vez se había vuelto pacifista precisamente por los
abusos sufridos. Tal vez las cicatrices que tenía en el alma le recordaban el
daño que las palabras y las
acciones podían provocar
en los demás. Reflexionó sobre ello sin quitarle la vista de encima, hasta que
ella se removió, incómoda. _______, con su piel clara y aquellos ojos tan
grandes, era muy hermosa, pero no lo sabía. Ella no veía lo que veían los
demás. Y aunque había mejorado mucho desde que se conocían, Tom sabía
que la imagen que tenía
de sí misma nunca se correspondería con la realidad. Y, como lo sabía, trataba de
protegerla, incluso de él mismo. Desde luego, no iba a permitir que el
Follaángeles se aprovechara de sus debilidades.
CHICAS!!! AQI ESTAN LOS CAPS ... AYER NO AGREGE PORQUE NO ESTABA PRENDIDO EL MODEM DE LA SEÑORA QUE ME PASA EL INTERNET POR ESO YA NO PUDE AGREGARLES PERO LES DEJO DOS .. SON CORTOS AMBOS PERO AQUI ESTAN :)) ESA CHRISTA ES UNA CERDA ... VIEJA GUARRA ENSERIO -.-, ESPEREMOS QUE TOM NO CAIGA EN SU RED ... NO NOS FIEMOS CHICAS ;) .. Y PAUL REGRESO :D ... A VER QUE PASARA AHORA ... BUENO YA SABEN, 4 O MAS Y AGREGO SINO NOP ... HASTA MAÑANA :))
Como se le ocurre a la gafa esa de Christa hacerle esa proposición a Tom?? esta loca de verdad, espero q Tom no le haga caso y no caiga en sus juegos xq si no (Tn) va sufrir mucho y la perderá para siempre, q finuuu q Paul regreso el me cae muy bien y se q sigue enamorado de (Tn) me encantooooo, espero los próximos caps y ahora q pasara?? con el regreso de Paul y la proposición perversa de Christa hacia Tom?? Tom se lo contara a (Tn)? estoy muy intrigada sube prontooo pleaseee..
ResponderBorrarNooo muero de la angustiaa!! Te lo juroo Virgii ..
ResponderBorrarMuero te juro que muero si Tom va al encuentro con la candy esaaa de Cristaaa!! Morireeeee!! No debe ir ni se le puede pasar por la cabeza pero ahora q Paul esta derre este sale con la rayita y Tom queda solo y por querer protegee a su esposa irá??!!
Noo confiemos en q no y obvio q cosa le habrá puesto la tipa esta a Tom!! Eso traera peoblemas.
Es estresante cuando te quedas sin internet >.<
Subee porfaaa!! :)
Que plan el de Christa se paso -.-
ResponderBorrarespero que a tom ni le pase por la mente y le cuente a (tn) lo que esta pasando :O
me encanto el cap *-* sube pronto :)
Que asco le tengo a la christa esa por dios, espero que tom no sea idiota y se le acerque, aunque esta tan enfadado que quien sabe
ResponderBorrarSubeeee