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viernes, 15 de agosto de 2014

.- LA REDENCION DE TOM .- CAPITULOS 11º y 12º

CAP 11.-
—Despierta, cariño. —Tom pasó el pulgar por las cejas de ______—. Tienes que prepararte.
Ella enterró la cara en la almohada y murmuró algo ininteligible. Él se echó a reír. Tenía un aspecto adorable.
—Vamos, ve a la ducha antes de que entre alguno de los vecinos.
—Ve tú primero.
—Yo ya estoy duchado, afeitado y vestido. —Le recorrió la espalda desnuda con la mano, disfrutando del temblor que provocó.
—Me tuviste despierta hasta muy tarde —gruñó ella.
—Si no te levantas, Katherine se enfadará con nosotros.
—Pues no me ducho. Así puedo dormir un poco más.
Tom le dio la vuelta y le hundió la nariz en la clavícula para aspirar su aroma.
—Hueles a sexo —susurró, sacando la lengua para lamerle la piel—, y a mí.
—Por eso mismo no quiero ducharme. El sexo de reconciliación de ayer fue increíble. Me gusta recordarlo.
Tom estuvo a punto de arrancarle la sábana y volver a practicar sexo salvaje, apasionado (y de los que dejan tu aroma en el otro), pero logró contenerse.
—No puedes dar una conferencia en Oxford oliendo a sexo.
—¿Quieres verlo?
Tom miró la hora. Luego miró a su esposa. Y luego se quitó toda la ropa y se rindió al sexo preconferencia, un sexo salvaje, apasionado (aunque rapidito) y del que deja tu aroma en el otro.

Los Kaulitz salieron tarde de la habitación. Mientras se dirigían apresuradamente hacia el All Souls College, _____ le contó a Tom la historia de Katherine y el viejo Hut.
Él se sorprendió bastante. Había oído hablar del profesor Hutton, pero no lo había conocido personalmente. Al parecer, era un poco cabrón. (Uno podría preguntarse si había sido un poco cabrón o mucho, dada la antigua naturaleza del profesor que emitía el juicio.) Tom le estaba muy agradecido a Katherine por haberlos defendido y se lo hizo saber mientras desayunaban en el All Souls College. También comentó que esperaba que Christa no aprovechara la conferencia de _____ para crear más problemas.
—Sandeces —dijo la profesora—. _______ tiene la situación controlada y deberíamos dejar que ella se encargara de todo.
______ sonrió valientemente, aunque sin dejar de juguetear con el colgante de plata que Tom le había regalado en Selinsgrove.

Al entrar en St. Anne después de desayunar, Tom le rodeó la cintura con el brazo.
—Estás preciosa. Y lo harás muy bien.
Ella bajó la vista hacia su traje de chaqueta azul marino, del mismo color que los zapatos. A Tom le habría gustado que llevara zapatos de Prada o de Chanel, pero a ella no le apetecía ir haciendo ostentación de su dinero. Prefería que la gente se fijara en su trabajo, no en su ropa. Por eso se había comprado un sencillo conjunto de falda y chaqueta de Ann Taylor y unos zapatos de tacón discreto de Nine West. A pesar de todo, al ver cómo vestían algunos de los asistentes, se sintió demasiado arreglada.
Bajo la ropa llevaba el aroma de Tom y el corsé que éste le había regalado, lo que la hacía sentirse mucho más segura.
—Voy por un café. ¿Qué quieres que te traiga? —preguntó él con una sonrisa.
—Un botellín de agua, por favor. Si no te importa, voy a sentarme.
—Claro. Nos vemos dentro.
______ le devolvió la sonrisa y entró en la sala de conferencias sola.
Tom intercambió unas cuantas frases de cortesía con algunos colegas antes de llegar a la mesa de las bebidas. Cuando se hubo servido el café y cogido el botellín de agua, todo el mundo había entrado ya en la sala de conferencias. O eso creyó.
—Hola, profesor —dijo una seductora voz a su espalda.
Al volverse se encontró con Christa, cerniéndose sobre él como un fantasma malevolente.
—¿Qué quieres? —le espetó, lanzándole una mirada asesina.
—Ayer quería hablar, ¿no? Pues hable.
Tom miró a su alrededor, preguntándose si sus voces podrían oírse desde el interior de la sala de conferencias.
Ella se acercó más de lo debido y, cerrando los ojos, inhaló con fuerza. Al volver a abrirlos, le dirigió una mirada hambrienta.
—Huele a sexo.
—Déjate de jueguecitos conmigo. Quiero que pares de difundir calumnias.
—No va a poder ser.
—Te demandaré.
Una emoción pasajera cruzó el rostro de Christa, pero en seguida recobró la sonrisa relajada.
—¿Por qué? ¿Por contar la verdad?
—No hay nada de cierto en tus difamaciones. Nadie te acosó en Toronto. Y _____ hace su trabajo sola, como resulta obvio para cualquier persona con dos dedos de frente.
Desde el interior de la sala de conferencias se oyeron unas risas. Tom se volvió hacia allí. Christa alzó la voz para recuperar su atención.
—Se olvida de la suspensión administrativa por tirarse a una de sus alumnas. Ésa es una historia interesante. Por no hablar de la profesora Singer. Ella tiene unas cuantas cosas que decir también. Qué lástima que no sacara fotos. Me encantaría tener una.
Levantó una mano para sacudir una imaginaria mota de polvo de las solapas del traje azul marino de él. Tom le sujetó la muñeca y se la apretó con fuerza.
—Estás jugando con fuego.
Ella se acercó aún más, inclinándose hasta que sus bocas estuvieron a escasos centímetros de distancia.
—Eso espero, profesor.
Él la soltó, asqueado. Dio un paso atrás y se limpió las manos en la chaqueta, como si se hubiera contaminado. Con una nueva mirada en dirección a la puerta de la sala de conferencias, decidió que la conversación ya había durado demasiado.
—Cierra la boca o haré que tu vida se convierta en un infierno.
—No hace falta que se ponga tan agresivo. Poder acabar con esta situación está en sus manos. — Señalando hacia su entrepierna, le dirigió una sonrisa de aprobación—. Bueno, en realidad, un poco más abajo.
Maldiciendo entre dientes, él se alejó, pero Christa lo siguió.
—Venga a mi hotel y mañana ya no tendrá que preocuparse por mi boca. —Apoyándole una mano en el brazo, añadió en un susurro sugestivo—: Lo conozco. Sé lo que le gusta y lo que quiere. Follaremos toda la noche y luego nuestros caminos se separarán.
Él le apartó la mano bruscamente.
—No.
—En ese caso, lo que pase caerá sobre su conciencia.
Tom dio un paso hacia ella.
—No te acerques a mi esposa, ¿me oyes?
—Me hospedo en el Malmaison. Antes era una prisión, lo que supongo que le resultará atractivo. —Se puso de puntillas para murmurarle al oído—: He traído esposas.
Él, que estaba demasiado ocupado librándose de ella, ni siquiera se dio cuenta de que Christa le había metido algo en el bolsillo de la chaqueta. Christa se despidió con una sonrisa sarcástica.
—Es su única oportunidad. Venga antes de medianoche.
Y girando sobre sus altísimos tacones, se alejó moviendo las caderas. Luego, como si acabara de acordarse de algo importante, se detuvo y lo miró por encima del hombro.
—Recuerdos a su «esposa».

CAP 12.-
Instantes después, Tom recorría la multitud con la vista buscando a ______. Los ojos se le abrieron como platos al ver la escena que tenía lugar en la parte delantera de la sala. Alguien estaba abrazando a su esposa. Alguien grande. Un hombre grande.
Un hombre guapo. Tom bajó corriendo los escalones de dos en dos para llegar cuanto antes a su lado. Vio que ______ se apartaba del hombre y que sus apetitosos labios se curvaban dibujando una amplia sonrisa de felicidad. A regañadientes, él le soltó la cintura antes de decirle algo que la hizo reír. A Tom le vinieron ganas de estrangularlo primero y de retarlo en duelo después. Mientras se acercaba, _____ se volvió hacia él. El hombre siguió la dirección de su mirada. Tom se detuvo en seco.
—El Follaángeles —murmuró.
—¿Perdón? —Paul Norris se quedó mirando a su antiguo director de tesis, no muy seguro de haber oído bien. Aunque lo cierto era que él también tenía una buena colección de adjetivos para describir al Profesor, pocos de ellos halagadores.
«Follaalumnas», pensó.
—Esta conferencia no hace más que mejorar —murmuró Tom, enderezando la espalda para parecer más alto de su metro noventa.
—Profesor Kaulitz —lo saludó Paul, hinchando el pecho y flexionando los bíceps de manera inconsciente.
—Paul. —Tom se colocó junto a ______ en actitud posesiva y le dio el botellín de agua.
—Caballeros, estréchense las manos —les ordenó ella, mirando a su marido y a su amigo con el cejo fruncido.
Ellos siguieron sus instrucciones sin entusiasmo.
—No sabía que vendría —confesó Tom, con la mirada fija en Paul.
—No iba a venir, pero uno de los ponentes ha fallado en el último momento y la profesora Picton me ha invitado. Mi charla es justo antes que la de ______.
Ella sonrió.
—Es fantástico. Enhorabuena.
Él le dirigió una sonrisa radiante.
—¿Puedo invitarte a comer?
—Me temo que ya tiene planes —respondió Tom en su lugar.
_______ se volvió hacia su marido con lo que sólo podría definirse como «la mirada» antes de asentir.
—Me encantaría ir a comer contigo, Paul. Gracias.
Tom la agarró del codo.
—No creo que sea adecuado —le susurró.
—Cariño —susurró ella a su vez en tono de advertencia.
—Hola, señor Norris —los interrumpió Katherine, estrechando la mano de Paul con fuerza antes de volverse hacia Tom—. El señor Norris y yo cenaremos juntos esta noche. Me gustaría que _____ y tú nos acompañarais.
—Estaremos encantados —replicó Tom, aunque no logró sonar sincero—. Y ya que nos veremos esta noche, señor Norris, reclamo la compañía de mi esposa a la hora de comer. —Sonrió, mostrando todos los dientes, blancos y relucientes.
—Cariño —dijo _____—, ¿podemos hablar un momento? —Volviéndose hacia Katherine y Paul, añadió—: En seguida volvemos.
Tomándolo de la mano, se llevó a Tom a un rincón donde no había nadie.
—Quiero comer con él.
—Por encima de mi cadáver —repuso él, cruzándose de brazos.
—Es un viejo amigo.
—Un viejo amigo que te besó.
—Después de que tú me dejaras. Y te recuerdo que lo rechacé. —______ se cruzó de brazos también, imitando su postura.
Él frunció el cejo.
—Te desea.
—Paul nunca intentaría nada con una mujer casada. Sólo vamos a comer, así que te pido que no le des más importancia de la que tiene.
—¡Es que tiene mucha importancia!
—Hace un año que no lo veo. Me apetece hablar con él y saber cómo le va la vida. Tal vez haya vuelto con Allison.
—Sigue enamorado de ti.
—No, no lo está.
Tom se acercó a ella y le dijo en voz más baja:
—Te olvidas de que las mujeres guapas, inteligentes y amables escasean. Un hombre haría cualquier cosa por conseguir a alguien como tú. Incluso robársela a su marido.
______ enderezó los hombros.
—Te olvidas de que cuando una mujer encuentra a un buen hombre, un hombre que la ama y la hace feliz, no va follando por ahí con otros.
Tom hizo una mueca al ver a Christa, que los estaba observando con una sonrisa burlona. Volviendo a centrar la atención en su esposa, descruzó los brazos.
—Pero que sepas que no me gusta que vayas.
_____ se puso de puntillas para besarlo en la mejilla.
—Podré soportarlo. Gracias.
Minutos después, Tom se encontró en la incómoda situación de tener que compartir a su esposa con el Follaángeles, que se sentó a un lado de ______, mientras él se sentaba en el otro lado. _____ y su amigo intercambiaron unas palabras cariñosas antes de que empezara la sesión y a Tom le dolió cada una de ellas.
«Este simposio es como un recorrido por todos los niveles del Infierno —pensó—. Sólo falta un respetable Virgilio y hordas de gente gritando.»
Sufrir los golpes y dardos de la señorita Peterson era una cosa. Pero ver a ______ en brazos de otro hombre era mucho peor. Sobre todo si ese hombre era nada más y nada menos que el Follaángeles. Tom empezó a recitar mentalmente la oración de san Francisco en italiano para calmarse. Sabía que tenía que contarle a ______ su encuentro con Christa, pero también sabía que ella se disgustaría mucho al enterarse, y que eso afectaría a su seguridad y actitud a la hora de enfrentarse al público. Así que se guardó los escabrosos detalles para más tarde. Además, había cosas más urgentes de las que ocuparse. Concretamente del señor Norris. Paul había sido un buen amigo para _______ cuando ella más lo necesitaba. Un amigo fiel y entregado, que había cometido el error de tratar de que su amistad se convirtiera en algo más, algo que Tom comprendía, pero que nunca le iba a perdonar. Quería mantener a ______ tan alejada de Paul como fuera posible. Pero la expresión de la cara de
ésta al ver a su amigo le hizo cambiar de planes. El día anterior había sido duro para ella. No quería que su sonrisa desapareciera. Tom movía nervioso una pierna mientras la primera conferenciante empezaba a hablar. Estaba totalmente ajeno al ruido que sus zapatos italianos hacían contra el suelo hasta que _____ le puso una mano en la rodilla. Sacó la pluma Meisterstück 149 y jugueteó con ella, tratando de hacerla girar entre los dedos con un solo movimiento. La conferencia le aburría. Habría jurado que ya la había oído antes. Para distraerse, recordó la primera discusión que tuvo con ________ en público, cuando todavía era su alumna. En pleno seminario, lo
había provocado delante de Christa, Paul y el resto de la clase. Se había sentido avergonzado y furioso. Tan furioso que había destrozado una sólida y resistente silla de Ikea. Desde ese día, ______ le había enseñado muchas cosas, entre ellas, la importancia de perdonarse a uno mismo y de perdonar a los demás. Pero su esposa llevaba su tendencia al pacifismo hasta extremos exagerados. Sin él —o alguien como él— a su lado, habían abusado de ella, quebrantando su espíritu. Tom la observó, reflexivo. Tal vez se había vuelto pacifista precisamente por los abusos sufridos. Tal vez las cicatrices que tenía en el alma le recordaban el daño que las palabras y las
acciones podían provocar en los demás. Reflexionó sobre ello sin quitarle la vista de encima, hasta que ella se removió, incómoda. _______, con su piel clara y aquellos ojos tan grandes, era muy hermosa, pero no lo sabía. Ella no veía lo que veían los demás. Y aunque había mejorado mucho desde que se conocían, Tom sabía

que la imagen que tenía de sí misma nunca se correspondería con la realidad. Y, como lo sabía, trataba de protegerla, incluso de él mismo. Desde luego, no iba a permitir que el Follaángeles se aprovechara de sus debilidades.


CHICAS!!! AQI ESTAN LOS CAPS ... AYER NO AGREGE PORQUE NO ESTABA PRENDIDO EL MODEM DE LA SEÑORA QUE ME PASA EL INTERNET POR ESO YA NO PUDE AGREGARLES PERO LES DEJO DOS .. SON CORTOS AMBOS PERO AQUI ESTAN :)) ESA CHRISTA ES UNA CERDA ... VIEJA GUARRA ENSERIO -.-, ESPEREMOS QUE TOM NO CAIGA EN SU RED ... NO NOS FIEMOS CHICAS ;) .. Y PAUL REGRESO :D ... A VER QUE PASARA AHORA ... BUENO YA SABEN, 4 O MAS Y AGREGO SINO NOP ... HASTA MAÑANA :))

4 comentarios:

  1. Como se le ocurre a la gafa esa de Christa hacerle esa proposición a Tom?? esta loca de verdad, espero q Tom no le haga caso y no caiga en sus juegos xq si no (Tn) va sufrir mucho y la perderá para siempre, q finuuu q Paul regreso el me cae muy bien y se q sigue enamorado de (Tn) me encantooooo, espero los próximos caps y ahora q pasara?? con el regreso de Paul y la proposición perversa de Christa hacia Tom?? Tom se lo contara a (Tn)? estoy muy intrigada sube prontooo pleaseee..

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  2. Nooo muero de la angustiaa!! Te lo juroo Virgii ..
    Muero te juro que muero si Tom va al encuentro con la candy esaaa de Cristaaa!! Morireeeee!! No debe ir ni se le puede pasar por la cabeza pero ahora q Paul esta derre este sale con la rayita y Tom queda solo y por querer protegee a su esposa irá??!!

    Noo confiemos en q no y obvio q cosa le habrá puesto la tipa esta a Tom!! Eso traera peoblemas.

    Es estresante cuando te quedas sin internet >.<

    Subee porfaaa!! :)

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  3. Que plan el de Christa se paso -.-
    espero que a tom ni le pase por la mente y le cuente a (tn) lo que esta pasando :O
    me encanto el cap *-* sube pronto :)

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  4. Que asco le tengo a la christa esa por dios, espero que tom no sea idiota y se le acerque, aunque esta tan enfadado que quien sabe
    Subeeee

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