CAP
4.-
A la mañana siguiente,
muy temprano, el móvil de _____ sonó.
Se despertó sobresaltada,
con el tono de Message in a Bottle de The
Police resonando en la habitación. Miró el teléfono, que vibraba sobre el
escritorio, pero no respondió.
Poco después, el sonido
de una campana le indicó que había recibido un mensaje de texto. Curiosa, se
acercó a la mesa y cogió el teléfono. El mensaje era de Dante Alighieri, nada más
y nada menos.
Lo siento.
Mientras pensaba cómo
responder, llegó un segundo mensaje.
Perdóname.
Empezó a responder con
otro mensaje, pero antes de acabar, oyó movimiento en el pasillo. Alguien llamó
a la puerta.
Por favor, déjame entrar.
_____ leyó el nuevo
mensaje antes de acercarse a la puerta y abrirla unos centímetros.
—Hola —la saludó Tom, con
una sonrisa insegura.
Ella vio que tenía el
pelo húmedo de la ducha, pero que no se había afeitado. Una atractiva sombra de
barba le cubría la cara. Se había puesto vaqueros y camiseta blanca, pero iba
descalzo. Era, probablemente, lo más bonito que había visto en su vida.
—¿Hay alguna razón para
que estés llamando a la puerta a las seis de la mañana? —preguntó, y la voz le
salió más seria de lo que pretendía.
—Lo siento, ______ —dijo,
con expresión compungida. (Ciertamente, ayudaba ver que tenía los ojos rojos y
la ropa arrugada, como si acabara de sacarla de una bolsa destinada al Ejército
de Salvación.)
—Me hiciste daño —susurró
_____.
—Lo sé y lo siento. —Dio
un paso adelante—. He vuelto a leer la conferencia.
_____ se apoyó una mano
en la cadera.
—¿Me despiertas para
decirme eso?
—Te he llamado, pero no
has respondido. —Se echó a reír—. Me ha recordado a Toronto, cuando tuve que
entrar por la ventana.
Ella se ruborizó al
recordar a Tom llamando a la ventana de su habitación para llevarle la cena. Acababa
de salir de la ducha y tuvo que abrirle tapada sólo con una toalla.
—Te olvidaste de algo. De
algo importante.
Tom llevaba una ilustración
en la mano. Era La disputa por el alma de Guido da
Montefeltro.
—La encontré anoche en el
suelo del dormitorio. No sé si se me cayó a mí o a ti, pero fue a uno de los
dos.
Sin hacer caso de la
ilustración que él le había dejado en el casillero de la Universidad de Toronto,
_____ lo miró a la cara, tratando de interpretar su expresión. Parecía nervioso
y también algo preocupado.
Tom se pasó las manos por
el pelo mojado.
—Sé que me dijiste que
querías estar sola un tiempo, pero creo que ya llevamos demasiadas horas
separados. ¿Puedo pasar?
Ella se echó hacia atrás.
Él entró y cerró la puerta.
______ volvió al sofá y
se enroscó, tapándose con la vieja manta.
Tom se dio cuenta de que
se había hecho un ovillo, lo que indicaba que volvía a estar a la defensiva.
Dejó la ilustración sobre el ordenador antes de meterse las manos en los
bolsillos.
—He vuelto a leer tu
trabajo y luego he releído el Infierno. —La
miró fijamente—. Dije cosas que no debí haber dicho.
—Gracias —contestó ella,
relajando un poco los hombros.
—Tengo algunas
sugerencias que podrían mejorar el trabajo. — Tom se apoyó en el borde de la mesa—.
Sé que para ti es importante hacerlo sola, pero si me necesitas, estaré
encantado de ayudarte.
—No me importa que me des
consejos, siempre y cuando no me digas lo que debo pensar.
—Nunca te diría lo que
tienes que pensar. ¿Cómo iba a hacer eso? —Su expresión se suavizó—. Tus ideas
son una de las cosas que más me gustan de ti.
Bajó la vista y se quedó
mirando la ilustración.
—Reaccioné mal. Lo
siento. Pero es que el tema de la ponencia me toca de un modo muy especial, _____.
La historia de san Francisco arriesgándose a entrar en el infierno para salvar
el alma de Guido representa lo que yo traté de hacer cuando confesé ante el
comité disciplinario en Toronto.
A _____ se le hizo un
nudo en la garganta. No quería pensar en lo que había pasado el año anterior.
El comité disciplinario y
la separación que siguió después seguían siendo un asunto demasiado doloroso.
—Reconozco que no
reaccioné sólo por las tesis que planteas. Pensé que estabas rechazando la historia.
Nuestra historia.
—Nunca rechazaría algo tan
importante para nosotros. Sé que lo arriesgaste todo para salvarme. Sé que
bajaste a los infiernos por mí. —Con expresión decidida, añadió—: Si la situación
hubiera sido al revés, yo también habría bajado al infierno a buscarte.
Los labios de Tom se
curvaron en una sonrisa.
—Beatriz sabía que no podía
acompañar a Dante al infierno, por eso envió a Virgilio en su lugar.
—El único Virgilio que
conozco es Paul Norris. Y no creo que hubieras agradecido su visita.
Tom resopló.
—Paul no es un buen candidato
a Virgilio.
—Para mí, sí.
Él frunció el cejo. Pensar
en Paul consolando a _____ en su ausencia aún le dolía.
—Fui un cabrón entonces y
lo sigo siendo. —Se apartó de la mesa y se sacó las manos de los bolsillos. Señaló
el sofá con la cabeza—. ¿Puedo?
Ella asintió. Tom se sentó
a su lado y alargó la mano. _____ se la cogió.
—No quería hacerte daño.
—Lo sé —dijo ella—. Yo
también lo siento.
Él la sentó sobre su
regazo y enterró la cara en su pelo.
—No quiero que tengas que
encerrarte en el baño para escapar de mí.
Tomándole la cara entre
las manos, unió sus labios en un beso. Tras un instante, ella respondió. Tom la
besó con prudencia. Sus labios eran cálidos y acogedores, pero se limitaban a mordisquearle
la boca y pronto ______ no pudo más. Le rodeó el cuello con una mano para que
se acercara.
Él trazó el contorno de
sus labios con la lengua. Cuando ella los separó, se coló en su interior suavemente
y sus lenguas se unieron. No sabía mentir cuando besaba. Transmitía así sus
sentimientos. ______ notó su arrepentimiento y su tristeza, pero también la
inconfundible llama de su deseo.
Le soltó la cara, la
sujetó por las caderas y la levantó hasta que quedó montada sobre él, con una pierna
a cada lado. Sus torsos se pegaron mientras seguían besándose y explorándose
con pasión.
—¿Te vuelves a la cama
conmigo? —le pidió él con la voz ronca, agarrándole el culo con fuerza para que
notara la evidencia de su erección.
—Sí.
—Bien —le susurró al oído—.
Aún tenemos tiempo de hacer las paces como Dios manda antes de que los
invitados se despierten y quieran desayunar.
—No podemos hacer las
paces como Dios manda con la casa llena de invitados.
—Oh, sí. Sí podemos. —Los
ojos ambar de Tom se iluminaron con un brillo peligroso—. Te lo demostraré.
—Ha sido una noche
horrible. —Tom estaba tumbado en la cama, con un brazo debajo de la cabeza. No
se había molestado en cubrirse con nada. En el dormitorio no hacía frío y su
querida esposa estaba tumbada a su lado, boca abajo, tan desnuda como él. En
momentos como ése, deseaba que pudieran pasar todo el tiempo en la cama,
desnudos.
—Estoy de acuerdo. —______
se incorporó apoyándose sobre los codos para mirarlo a los ojos—. ¿Por qué no
viniste a hablar conmigo?
—Quería volver a leer el
texto. Y pensé que necesitabas estar sola.
—No me gusta discutir
contigo —reconoció ella. Al agachar la cabeza, el pelo le rozó el borde de los
pechos—. Lo odio.
—A mí tampoco me gusta,
lo que no deja de sorprenderme. Antes me encantaba discutir y pelearme con la
gente. —Hizo una mueca—. Me estás convirtiendo en un pacifista.
—Creo que nunca podrás
ser un auténtico pacifista, Tom. Ser estudiante de doctorado ya es bastante
duro. Necesito tu apoyo —admitió ella con voz temblorosa.
—Lo tienes —le aseguró Tom
con firmeza.
—No era mi intención
llevarte la contraria. Simplemente... me salió así.
—Ven aquí.
______ se tumbó sobre él,
que la abrazó.
—Tenemos que encontrar
una manera de discutir sin llegar a los extremos de ayer. Mi corazón no lo
soportaría.
—El mío tampoco —susurró
ella.
—Prometo no ser un cabrón
egoísta si tú me prometes no volver a encerrarte en el baño — propuso, mirándola
fijamente.
—Y yo prometo no
encerrarme en el baño si tú no me atosigas. Sólo trataba de alejarme de ti para
que las cosas no llegaran demasiado lejos. No me dejabas en paz.
—Lo comprendo. Podemos
separarnos para cortar una discusión, pero tenemos que prometer que luego lo
hablaremos con calma. No a la mañana siguiente. No pienso dejar que vuelvas a
dormir en el sofá. Ni pienso hacerlo yo.
—De acuerdo. El sofá es
muy incómodo. Y solitario.
—No me expresé bien
cuando hablamos sobre la conferencia. Te pido disculpas. No me preocupa que tu
opinión no coincida con la mía. De hecho, creo que es bueno que te muestres en
desacuerdo conmigo en público. Así todo el mundo se dará cuenta de que tienes
ideas propias.
—No trato de llevarte la
contraria. —Una arruga apareció entre sus delicadas cejas.
Tom trató de hacerla
desaparecer con un beso. Sin éxito.
—Claro que no. Y aunque
te parezca extraño, a veces me equivoco.
—¿El Profesor,
equivocado? Increíble —bromeó ella, echándose a reír.
—Cuesta de creer, ¿verdad?
Pero cuando acabé de leer la conferencia por segunda vez, me habías convencido
de que la versión oficial está equivocada.
—¿Qué? —Julia no podía
creer lo que estaba oyendo.
—Lo que has oído. Tu
conferencia me ha hecho cambiar de opinión. Tengo alguna sugerencia para
reforzar la última parte. Ésa no me convenció tanto.
—Agradeceré tus
sugerencias. Te citaré en las notas al pie.
Tom la agarró por las
nalgas.
—Será un honor aparecer
en una de tus notas al pie.
______ dudó por un
momento.
—Entonces... ¿no crees
que la conferencia sea horrible? ¿Ni que vaya a hacer el ridículo?
—No. En cuanto superé la
sorpresa inicial y presté atención a tus argumentos, me di cuenta de que la
profesora Marinelli tiene razón. Tu trabajo es muy bueno.
—Gracias. —______ le apoyó
la mejilla en el pecho—. No es fácil ser tu alumna. Siempre tengo la sensación
de no estar a tu altura.
Tom le enredó los dedos
en el pelo.
—Me esforzaré más en
mostrarte mi apoyo para que no te sientas así. No somos competidores. De hecho,
algún día me gustaría escribir un artículo contigo.
Ella levantó la cabeza.
—¿De verdad?
—Me encantaría que creáramos
algo juntos, algo que saliera de nuestro amor compartido por Dante. Y estoy
orgulloso de ti por tener el valor de defender tus convicciones. Cuando
pronuncies esa conferencia en Oxford, estaré en primera fila pensando «¡Ésa es
mi chica!».
—Oírte decir eso es un
sueño hecho realidad.
—En ese caso, te lo diré
más a menudo.
HELLOO!!! YA SE ARREGLARON!!! Y DE QE FORMA CARAY ^^ JAJAJJA BUENO ESPERO QUE LES GUSTE, ES CORTO PERO NO TENGO MUCHO TIEMPO ... BUENO SIN MAS QUE DECIR ME DESPIDO ... QUE ESTEN BIEN HASTA PRONTO :))) 4 O MAS Y AGREGO MAÑANA .... ADIOS
Que bueno q se reconciliaron me alegro mucho :) jajaja si y de q forma Tom es tan erótico y romántico lo amo!!! me encanto espero el proximo cap.. (Tn) quedara embarazada de Tom??
ResponderBorrarSe arreglaron como Dios manda!! 1313 hahahahhahaha..
ResponderBorrarAhora Tom cambio de idea. Ojala ya no se peleen..
Siguelaa :)
que bueno que se reconciliaron *-*
ResponderBorrarpobre de (tn) que durmio en el sofa :O
me encanto
sube pronto :)
Ayyy que bonito, espero Que este cerca ya el embarazo jajajaja tengo ganas de ver un mini tomy corriendo por ahí jajajaja
ResponderBorrarSubeeee