CAP
82.-
9 de septiembre de 2012
Cambridge, Massachusetts
Un gemido sordo salió del
cuarto de baño. Tom abrió los ojos, confuso. Por un momento no supo dónde estaba.
Al oír un nuevo gemido, se levantó y fue tropezando en la oscuridad hasta la
puerta del baño.
—Cariño, ¿estás bien?
Abrió la puerta y se
encontró a ______ doblaba, agarrándose con tanta fuerza a la encimera del lavabo
que tenía los nudillos blancos. Estaba respirando profundamente.
—¿Quieres que llame a
Rebecca? —Tom se volvió, dispuesto a echar a correr escaleras abajo.
—No, llama al hospital.
—¿Y qué les digo?
—Que creo que estoy de
parto.
Él se asustó. Empezó a
hacerle preguntas a toda velocidad, mientras buscaba las gafas y el móvil en el
dormitorio para llamar al Servicio de Maternidad del hospital Mount Auburn.
—¿Has roto aguas? —le
preguntó poco después, siguiendo las instrucciones de una enfermera.
—No. Tu tarima sigue
intacta.
—Muy graciosa, _________.
¿Ha empezado el parto?
—Eso creo. Las
contracciones son fuertes y regulares —respondió, tratando de respirar hondo y de
relajarse, tal como había practicado con su profesora de yoga, que le había
asegurado que funcionaría. (Estaba empezando a plantearse pedirle que le
devolviera el dinero.)
—¿Cada cuántos minutos
tienes contracciones?
—Cada seis —respondió
ella, molesta.
Estaba tratando de
concentrarse en la respiración y las constantes preguntas de Tom (por mucho que
lo amara) no la estaban ayudando.
—La enfermera dice que
debemos ir al hospital inmediatamente. Ya tengo tu bolsa y la canastilla del
bebé. ¿Estás lista? —preguntó Tom, tratando de aparentar calma y acariciándole
la espalda por encima de la amplia camiseta.
—Sí, vamos.
—Enderezándose, miró a su esposo de arriba abajo—. No puedes ir así.
—¿Por qué no? —se
sorprendió él, peinándose un poco con los dedos para que pareciera que había
dormido toda la noche. Luego se pasó los dedos por la cara—. Ahora no tengo
tiempo de afeitarme.
—Mírate.
Tom se miró en el espejo.
Para su sorpresa y disgusto, se dio cuenta de que iba sólo con ropa interior,
con unos bóxers descarados que llevaban impresa la frase «Los medievalistas lo
hacen en la (era de la) Oscuridad» en letras fosforescentes.
—Mierda. Dame un minuto.
________ lo siguió
bamboleándose, sin poder aguantarse la risa.
—A Scott le gustará saber
que su regalo de Navidad nos ha acompañado al hospital. Al menos, si se va la
luz, podremos encontrarte. Sólo tendrás que bajarte los pantalones.
—Estás muy chistosa hoy,
señora Kaulitz.
Ella siguió riéndose. Ese
faux pas estilístico le parecía de lo más gracioso.
Durante las dos últimas
semanas, había dejado de usar la lencería que habían comprado en Agent Provocateur
con la excusa de que no la abrigaba lo necesario. Tom había replicado que los pantalones
de yoga y las camisetas eran un agravio a su atractivo sexual y le había
sugerido que se arrimara a él si tenía frío. Pero _______ había preferido
abrazarse a su almohada corporal.
—Esos bóxers medievales
son un agravio a tu atractivo sexual —lo provocó, sujetándose el vientre
mientras se reía a carcajadas.
Él la fulminó con la
mirada mientras se ponía una camisa y unos vaqueros. Luego la sujetó por el codo
y se pusieron en marcha. Al pasar frente al cuarto del bebé, tuvieron que
detenerse por una nueva contracción. Tom encendió la lámpara de la habitación,
un candelabro blanco y rosa, para verle la cara.
—¿Duele mucho?
—Sí. —________ trató de
distraerse apoyándose en el marco de la puerta y mirando la habitación.
Ella se habría conformado
con comprar los muebles y los accesorios para la niña en Target, pero Tom había
insistido en que fueran de Pottery Barn. (Entre paréntesis, debe destacarse que
_______ siempre se refería a Pottery Barn como Protestant
Barn, ya que le parecía
que todos sus muebles eran el vivo retrato de la cultura WASP o, lo que es lo mismo,
la cultura blanca, anglosajona y protestante. Los muebles le parecían
preciosos, pero demasiado caros.) Entre los que compraron y los generosos
regalos de sus parientes y amigos, habían convertido una de las habitaciones de
invitados en una tranquila habitación infantil. _______ había elegido el verde
salvia como tono para las
paredes y el blanco para la ebanistería y las molduras del techo. Una original
alfombra con flores en rosa, amarillo y verde pastel cubría la tarima de roble.
—Es mi habitación
favorita del mundo entero —susurró, mirando las calcomanías de Winnie the Pooh
que habían pegado en la cuna y el cambiador a la espera de que unos curiosos
ojitos las miraran.
—La está esperando. —Tom
sonrió—. Está esperando a nuestro Rollito de primavera.
Cuando la contracción
hubo pasado, él le dio la mano, la ayudó a bajar la escalera y a subir al Volvo,
donde Tom ya había hecho instalar una sillita de bebé. Antes de ponerse en
marcha, le envió un SMS a Rebecca, poniéndola al corriente y asegurándole que
se mantendría en contacto. Poco después llegaron al Bain Birthing Center, la
sección de maternidad del hospital Mount Auburn. Una vez que estuvieron instalados
en su habitación, Tom se obligó a adoptar una actitud tranquila. No quería que ________
notara lo nervioso que estaba ni los miedos que le atenazaban las
entrañas. Pero ella lo
sabía igualmente. Conocía sus temores y por eso le apretó la mano y le dijo que
la niña y ella estarían bien. Durante la exploración, Tom no le soltó la mano.
La obstetra de guardia les dijo que Rollito de primavera venía atravesada y que
esperaba que cambiara de postura cuando llegara el momento de salir.
La enfermera Tracy se encargó
de distraer a Tom, que estaba a punto de pedir una explicación detallada de la
posición atravesada, enseñándole a leer el monitor para que pudiera avisar a _______
de cuándo la contracción llegaba a su pico y cuándo estaba a punto de acabar. Ella
agradeció que lo entretuvieran, pero eso no impidió que él buscara en el iPhone
información sobre la postura atravesada y el modo de afrontarla. (Debe señalarse
que, a esas alturas, _______ deseó que se hubiera dejado el dichoso trasto en
casa.) Por suerte, la medicación para el dolor que le habían dado le permitió
adormecerse.
—¿________?
Cuando abrió los ojos,
vio a su marido inclinado sobre ella, mirándolo con expresión preocupada. Ella
le dirigió una sonrisa débil que casi le partió el corazón.
—Te estabas quejando.
—Debía de estar soñando.
Levantó la mano y él se
la cogió, llevándosela a los labios para besarla.
—Mis anillos —musitó
ella, señalando el anillo de boda de Tom—. ¿Los he perdido?
Él le acarició los dedos
desnudos.
—Te los quitaste hace
meses, ¿recuerdas? Se te hinchaban los dedos y tenías miedo de no poder quitártelos
más adelante. Te los colgaste de la cadena que te regalé hace un año en el
huerto de manzanos.
Ella se llevó la mano al
cuello.
—Lo había olvidado. La
guardé en el joyero anoche.
—Tuviste una premonición.
Rollito de primavera ya casi está aquí.
_______ cerró los ojos.
—Pensaba que no iba a
haber nada más sacrificado y absorbente que el programa de estudios de Harvard.
Pero me equivocaba.
A Tom se le hizo un nudo
en el estómago.
—Dentro de nada podrás
volver a la universidad. Rebecca y yo te ayudaremos.
_______ hizo un ruido
aprobatorio con la boca cerrada.
—Ya sé que era demasiado
pronto para tener un hijo —le susurró él al oído—. Lo siento.
—Ya lo hemos hablado. A
veces las sorpresas son lo mejor.
—Haré lo que haga falta
para compensártelo.
—Tener una hija contigo
no es ningún problema. Excepto por el dolor —hizo una mueca.
Tom le pegó los labios a
la frente.
—He llamado a mi padre.
Le he pedido que avise a tu padre y a Diane. No creo que puedan venir con Jhonny,
pero Richard se ofrecerá a traerlos.
Ella asintió, pero no
abrió los ojos.
—Bien —dijo.
Mientras _______ echaba
otro sueñecito, la obstetra trató de tranquilizar a Tom explicándole que era
bastante habitual que el bebé se atravesara. A veces se colocaba bien por sus
propios medios; otras veces había que ayudarlo. No tenía de qué preocuparse. Él
agradeció mucho las explicaciones de la doctora, pero siguió intranquilo. Sacó
fuerzas pensando en el futuro que lo esperaba. Pronto conocería a su hija y
podría empezar a ser padre. Mientras ________ yacía en la cama del hospital,
medio dormida y soñando, Tom recorría la habitación de un lado a otro. Se la
veía tan pequeña en la enorme cama de hospital... tan frágil. Tan joven.
CAP
83.-
—¿______? —Tom le
apretaba la mano cada vez que empezaba una contracción, con la vista clavada en
el monitor para poder anunciarle cuando ésta comenzaba a disminuir. Luego le
acariciaba los nudillos o la frente.
—Lo estás haciendo muy
bien.
Tom no. Estaba desaliñado
y nervioso y cuando tenía un poco de tiempo para pensar en ello, se sentía
extremadamente preocupado. A pesar de que estaban en un hospital con una
excelente reputación en Boston, rodeados de un excelente personal sanitario,
estaba aterrorizado. Sin embargo, se cuidaba de mantener sus miedos en secreto,
rezando en silencio para que ________ y Rollito de primavera estuvieran bien.
Poco antes de las nueve
de la noche, _______ empezó a tener fiebre. A aquella hora, la doctora Rubio ya
estaba al cargo. La examinó y ordenó que le suministraran un antibiótico por el
gota a gota. Tom se mordió el labio mientras observaba a la enfermera colgar
una nueva bolsa al lado de los demás fluidos que entraban lentamente en el
brazo de su esposa. La doctora Rubio rompió la bolsa del líquido amniótico y
animó a ______ a que empezara a empujar. La anestesia epidural le quitaba parte
del dolor, pero no del todo, aún tenía sensibilidad en la mitad inferior del
cuerpo. La enfermera Susan le sostenía una de las piernas mientras Tom le
aguantaba la otra. ______ apretaba con todas sus fuerzas y, aunque la doctora
Rubio y él la animaban a seguir, lo cierto era que no pasaba nada. Finalmente,
la obstetra reconoció lo que Tom llevaba rato temiéndose. Rollito de primavera
seguía atravesada y estaba situada demasiado arriba como para poder sacarla con
fórceps.
_______ gruñó débilmente
al oír las noticias, dejándose caer en la cama, exhausta.
—¿Y eso qué significa?
—preguntó Tom.
La doctora Rubio frunció
los labios.
—Significa que hemos de
hacer una cesárea de urgencia. El ritmo cardíaco del bebé empieza a acelerarse
y su esposa tiene fiebre, lo que indica que probablemente haya infección. Voy a
avisar al equipo quirúrgico. Hemos de operar cuanto antes.
—Me parece bien. Lo que
haga falta —dijo _______.
Estaba cansada, muy
cansada. La idea de acabar el parto, del modo que fuera, le resultaba muy agradable.
—¿Está segura? —preguntó Tom,
apretando la mano de su esposa con fuerza.
—La verdad es que no tenemos
más opciones, señor Kaulitz. El bebé no puede nacer en esa postura. —La voz de
la doctora Rubio era firme.
—Ya le he dicho que es
profesor Kaulitz —saltó él, hecho un manojo de nervios.
—Cariño, relájate. Todo
va a salir bien. —________ sonrió débilmente y cerró los ojos, animándose mentalmente
para resistir la siguiente oleada de dolor que le recorrería el cuerpo. Él le
dio un casto beso y le murmuró una disculpa justo antes de que la habitación se
convirtiera en un hervidero de actividad. El anestesista llegó y le hizo una
serie de preguntas. La enfermera le pidió a Tom que la acompañara para ponerse
ropa quirúrgica. Él no quería separarse de _______ ni un segundo. Llevaba horas
a su lado, dándole a chupar trocitos de hielo y apretándole la mano. Pero si
quería entrar con ella en el quirófano, tenía que ponerse ropa estéril. Antes
de que se marchara, ______ alargó la mano hacia él. Tom se la cogió y le besó
la palma.
—No me arrepiento
—susurró.
Él se echó un poco hacia
atrás para mirarla. La medicación parecía estarla afectando.
—¿De qué no te
arrepientes, querida?
—De haberme quedado
embarazada. Cuando todo esto haya acabado, tendremos a nuestra hija. Seremos
una familia. Para siempre.
Tom le dirigió una
sonrisa forzada y la besó en la frente.
—Te veré en seguida. Sé
fuerte.
Ella le devolvió la
sonrisa antes de volver a cerrar los ojos, respirando hondo para resistir la siguiente
contracción.
CAP
84.-
En su ausencia, _______
cerró los ojos y se concentró en respirar hasta que estuvo en el quirófano y la
doctora Rubio empezó a tocar el área que habían desinfectado para la incisión.
—Lo he notado —dijo _______,
claramente alarmada.
—¿Notas una presión?
—No. He notado cómo me
pellizcaba la piel.
Tom estaba sentado junto
a ella, por encima de la pantalla de tela que le tapaba la visión de la mitad
inferior de su cuerpo.
—¿Te duele?
—No —respondió _______,
asustada—, pero aún siento el dolor. Tengo miedo de notar la incisión.
La doctora Rubio repitió
la prueba, pellizcándole la piel varias veces. Ella insistía, cada vez más aterrorizada,
en que notaba todos los pellizcos.
—Tenemos que dormirla —anunció
el anestesista, moviéndose rápidamente para preparar una anestesia general.
—Es duro para el bebé.
Dale otra cosa —protestó la doctora Rubio.
—No puedo darle nada más.
Lleva una epidural y un calmante. Voy a dormirla.
______ levantó la vista
hacia los amables ojos del médico anestesista.
—Lo siento —se disculpó.
Él le dio unas palmaditas
en el hombro.
—Cariño, no lo hagas.
Esto es el pan de cada día. Tú sólo trata de relajarte.
Mientras el equipo se movía
rápidamente de un lado a otro preparándolo todo, Tom no paraba de hacer
preguntas. ________ le apretó la mano, como pidiéndole que no perdiera los nervios.
Necesitaba que no perdiera el control. Necesitaba que cuidara de ella mientras
estuviera anestesiada. Apenas se daba cuenta de lo que los médicos estaban
haciendo, ni de las instrucciones del anestesista. Lo último que oyó antes de
sumirse en la oscuridad fue la voz de Tom asegurándole que estaría a su lado
hasta que se despertara.
HOLA!!! BUENO LA BEBE YA VA A NACER!!! QUE NERVIOS!! POBRE TOM!!! Y _____!!! BUENO ESPEREMOS QUE TODO SALGA BIEN!!! MAÑANA SI ACOMPLETAN LOS 4 O MAS COMENTARIOS, TERMINA LA NOVELA Y AGREGO EL CAPITULO SIGUIENTE DE LA NOVELA DE "SORPRENDEME", BUENO SIN MAS QUE DECIR ME DESPIDO, CUIDENSE Y QUE ESTEN BIE :)) ADIOS
Awww ya necera rollito!!
ResponderBorrarQue emoción!! *.*
Subeee Virgiii.. Me encantaa esra fic. Es unica :)
Ohhh myyyy 0.0 ya va a nacer Rollito de primavera!! Ay no le pusieron anestecia general a ____ ojala y todo salga bien en el parto, ahhh ya se acaba la fic T.T lo extrañare, pero ya quiero leer el siguiente a ver que pasara uhh me ha encantado, esta genial *-*
ResponderBorrarYa termina :(
ResponderBorrarQue bello tom ahahah
Sube pronto :)
Hayyyy que alegría ya va nacer la bebe jejeje pobre Tom y (Tn) :S me imagino que eso debe doler mucho, me encantooo y please sube los últimos caps de la fic me muero x leerlos!!! ya quiero leer el segundo cap de sorprendeme!!!
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