CAP
63.-
—_______.
John le sacudió el hombro
suavemente, tratando de despertarla. Estaba sentada en la sala de espera de la
unidad de partos especiales. Tom estaba de pie, con un café en la mano. Un café
muy malo.( Por suerte, habría reprimido el impulso de ir a hablar con la dirección
del hospital y quejarse de la calidad de los productos de sus máquinas
expendedoras.)
La chica abrió los ojos,
pero en seguida volvió a entornarlos, porque le molestaba la luz del techo. Su
padre se acuclilló delante de ella.
—El bebé está aquí.
—¿Está bien?
—Han tenido que operarlo
inmediatamente, pero se está recuperando y Diane está con él. —Se sacó el móvil
del bolsillo y se lo ofreció—. Es un niño muy guapo.
______ desplazó el dedo por
la pantalla y vio varias fotos de Diane, con aspecto cansado pero exultante, y
un niño con la piel color café con leche y el pelo negro y rizado.
—Es precioso, papá. Me
alegro mucho por ti. —Le devolvió el teléfono.
John se quedó unos
instantes mirando la última foto y acariciando suavemente la cabecita del niño.
—Jhonas Lamar Mitchell.
Tres kilos y medio. Nacido hoy, once de diciembre.
—No sabía que fueras a
ponerle tu nombre.
—Un chico debe llevar el
nombre de su padre —sentenció John, emocionado—. Pero bueno, Diane quiere
llamarlo Jhonny. De momento.
—Pues Jhonny será. —______
se volvió hacia Tom, que miraba el café con el cejo fruncido.
—Volved al hotel, chicos
—dijo John entonces—. Os llamaré si hay
alguna novedad, pero hoy no os dejarán verlo. Lo tienen en observación. Tendrán
que hacerle una nueva intervención dentro de unos días.
—De acuerdo, papá. —______
le dio un abrazo—. Felicidades.
CAP
64.-
—¿Cómo está el bebé? —preguntó
Rachel inclinándose sobre la mesa del comedor de la antigua casa de sus padres.
Faltaban dos noches para
Navidad. ______ acababa de reunirse con la familia de Tom tras hablar con su
padre por teléfono.
—Está bien. Supongo que
en su caso es normal que tenga que quedarse un mes en el hospital. Le darán el
alta en enero.
—Debe de ser duro para
Diane y tu padre.
—Lo es, pero al menos están
cerca de él. Papá iba a pedir una excedencia de Susquehanna, pero le han dado
la baja por paternidad. Pagada. —______ sonrió—. No se puede negar que su jefe
lo cuida.
—¿Y la factura del
hospital? —inquirió Rachel, bajando la voz.
—Un ángel de la guarda se
ocupará de lo que no cubra el seguro. —La mirada de ______ se dirigió un
momento hacia su esposo antes de volver a su amiga.
—Algunos ángeles de la
guarda son puñeteramente dulces.
—¿Qué andáis cuchicheando
por aquí? —Tom se unió a la conversación.
_______ sonrió.
—Hablamos de mi
hermanito. Me muero de ganas de comprarle su primera gorra de los Red Sox.
Tom hizo una mueca.
—Tu padre la quemará. Él
es hincha de los Phillies.
—No la quemará porque será
un regalo mío. Soy la hermana mayor.
—Las hermanas son
importantes —le dijo Rachel a Tom solemnemente—. Tenlo en cuenta cuando vayas a
comprarme un regalo de Navidad.
—Intentaré estar a la
altura —contestó él y, echando la silla hacia atrás, se levantó y alzó el vaso de
agua.
Todo el mundo dejó lo que
estaba haciendo, incluido Quinn, que se quedó mirando a su tío desde la trona.
—Tenemos muchas cosas por
las que dar gracias. —Tom buscó a ______ con la mirada. Luego fue mirando a
cada uno de los asistentes: sus hermanos, las parejas de éstos y finalmente su
padre, sentado a la cabecera de la mesa—. Durante cenas como ésta, mamá solía
obligarnos a decir por qué dábamos gracias. Yendo al grano, diré que doy las
gracias por mi preciosa esposa, mi nuevo empleo y por mi nuevo cuñado, Johonny.
Los adultos alzaron sus copas de vino y brindaron a la salud del recién nacido.
—Sé que todos oísteis mi
discurso en la boda de Rachel y Aaron —añadió, con voz emocionada —, pero me
gustaría repetir una parte.
Todo el mundo asintió. Al
ver que temblaba ligeramente, _______ le dio la mano y se sintió reconfortada
al notar que él se la apretaba.
—Esta noche estaría
incompleta si no tuviésemos un recuerdo para nuestra madre, Grace. »Grace era
hermosa y estaba llena de gracia. Era una esposa amantísima y una madre devota.
Su capacidad para el bien y la compasión no tenían límites. Era generosa,
amable y misericordiosa. »Me abrió las puertas de su casa. Cuando me quedé sin
madre, ella estuvo allí, aunque sé que fui un joven difícil. Me enseñó lo que
es amar a alguien incondicionalmente. Sin ella y sin papá, probablemente estaría
muerto. Hizo una pausa, durante la cual miró a ______ y a Richard.
—Recientemente he tenido
la oportunidad de averiguar más cosas sobre mis padres biológicos, entre ellas
la herencia judía por vía de mi abuelo paterno. Cuando elegí leer un fragmento
de la Biblia hebrea en la boda de Rachel y Aaron, no conocía mis orígenes.
Ahora, ese texto adquiere aún más significado. Como dije entonces, me parece
que refleja a la perfección el amor de Grace por su familia.
Soltando la mano de _______,
sacó un trozo de papel del bolsillo y empezó a leer:
Una
mujer virtuosa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas.
En
ella confía el corazón de su marido, y no será sin provecho.
Le
produce el bien, no el mal, todos los días de su vida.
Al ver la sorpresa y el
amor en los ojos de Julia, el mundo se detuvo durante un instante.
Se
busca lana y lino y lo trabaja con manos diligentes.
Es
como nave de mercader que de lejos trae su provisión.
Se
levanta cuando aún es de noche, da de comer a sus domésticos yórdenes a su
servidumbre.
Hace
cálculos sobre un campo y lo compra; con el fruto de sus manos planta una viña.
Se
ciñe con fuerza sus lomos y vigoriza sus brazos.
Siente
que va bien su trabajo, no se apaga por la noche su lámpara.
Echa
mano a la rueca, sus palmas toman el huso.
Alarga
su palma al desvalido, y tiende sus manos al pobre.
No
teme por su casa a la nieve, pues todos los suyos tienen vestido doble.
Para
sí se hace mantos, y su vestido es de lino y púrpura.
Su
marido es considerado en las puertas, cuando se sienta con los ancianos del país.
Hace
túnicas de lino y las vende, entrega al comerciante ceñidores.
Se
viste de fuerza y dignidad, y se ríe del día de mañana.
Abre
su boca con sabiduría, lección de amor hay en su lengua.
Está
atenta a la marcha de su casa, y no come pan de ociosidad.
Se
levantan sus hijos y la llaman dichosa; su marido, y hace su elogio:
«¡Muchas
mujeres hicieron proezas, pero tú las superas a todas!».
—Os
pido a todos un brindis en memoria de nuestra madre, Grace.
Cuando
acabaron de beber, no había ni un solo ojo seco en la sala.
CAP
65.-
Diciembre
de 2011
Cerca
de Essex Junction, Vermont
Dos noches antes de
Navidad, Paul estaba trabajando en el establo, sumido en sus pensamientos. (Entre
paréntesis, debe mencionarse que también estaba sumido en otra cosa. Algo orgánico.)
—Hola.
Su hermana Heather había
entrado en el establo en silencio y lo estaba mirando con los brazos cruzados
sobre el pecho.
—Hola tú —la saludó él,
mirándola por encima del hombro—. ¿Qué haces?
—Chris tenía que ocuparse
de uno de los caballos de los Anderson. Creen que tiene cólico, así que estará
fuera toda la noche. Le he pedido que me dejara aquí. ¿Cómo estás?
—Bien.
—Pues no lo parece. —Le
clavó la mirada en la espalda hasta que él se la devolvió.
—Es que estoy un poco
preocupado por las entrevistas. He concertado citas con representantes de seis
facultades distintas en la convención de la Asociación de Idiomas Modernos, en
enero. Es mucha presión.
—Ya. —Heather miró a su
hermano con escepticismo.
—Una de las entrevistas
es para trabajar en la Universidad de St. Mike. Si me contrataran, podría seguir
ayudando a papá los fines de semana.
—Eso sería fantástico. Le
pediré a san Miguel que interceda por ti para que consigas el trabajo.
Ladeando la cabeza,
Heather escuchó la música que sonaba una y otra vez. Era una versión de In
the Sun. Cada vez que acababa, volvía a empezar.
—Si tienes buenas
perspectivas de trabajo, ¿por qué estás escuchando eso? Me dan ganas de cortarme
las venas... y acabo de llegar.
Él la fulminó con la
mirada y se alejó. Heather lo siguió.
—Me encontré con Ali el
otro día en Hannaford’s.
—Ajá.
—¿Por qué no la invitas a
salir?
—Salimos de vez en
cuando.
—Me refiero a una cita,
no a veros como amigos.
—Rompimos —dijo él con
una mueca—. Hace un par de años
—Chris quiere que vayamos
a hacer snowboard en Año Nuevo. Alquilará un apartamento para que no tengamos
que subir y bajar cada día. Invita a Ali y venid con nosotros.
—No es buena idea.
Alargando el brazo,
Heather detuvo a su hermano, que estaba a punto de alejarse una vez más.
—Sí es buena idea. Invítala.
—No podemos dejar a mamá
aquí sola.
—Por eso mismo
contrataste a alguien, Virgilio —replicó ella con una sonrisa descarada.
—Yo no soy Virgilio. Soy
Dante —murmuró.
—¿Qué?
—Nada. —Se volvió.
—Vamos a ver, grandullón.
Tienes que relajarte. Te estás obsesionando con tus problemas. De tanto darles
vueltas, se están infectando y van a empezar a supurar. —Con una sonrisa
traviesa, empezó a hacerle cosquillas, repitiendo—: Supurar, supurar, supurar.
Paul le dio un golpecito en
las manos para que parara.
—¿Si digo que sí me dejarás
en paz de una vez?
—Por supuesto.
—Bien. Pues lárgate.
—Bien —repitió ella,
imitando su tono de voz—. Voy a preparar café. Cuando vengas, espero que la
llames.
Cuando Heather desapareció
del establo, Paul se quedó quieto un momento, preguntándose qué acababa de
aceptar.
AQUI ESTAN LOS CAPS ... COMO LO PIDIERON, AQUI ESTA PAUL xD ... AGREGARE MAS SEGUIDO SIEMPRE Y CUANDO ACOMPLETEN LOS COMENTARIOS, SINO NO ... BUENO, YA SABEN 4 O MAS Y AGREGO SINO NO ... ADIOS :))
Tom tan lindooo..
ResponderBorrarYa nacii el bb ojala no le pasa nada..
Siguelaa.. Aveces si se compketa los comentarios :P
Que lindo Tom siempre tan romántico, y que vaya a pagar el hospital x si el seguro no alcanza es muy generoso de su parte cada día lo amo mas, xfiiin apareció Paul me da cosa esta sufriendo mucho y eso si q no me gusta.. espero los próximos caps virgi me encantooo!!!
ResponderBorrarOmg que bello tom
ResponderBorrarQue bueno que hasta ahora el hermano de tn esta bien :)
Sube pronto :)
Subeeeeeeee
ResponderBorrarEstoy enamorada de la novela hahahahaha